domingo, 14 de octubre de 2012

Otoño en el Parque del Retiro

Hacía años que no bajaba a pasear por el Parque del Retiro de Madrid y decidí que ayer era el día, a pesar de las nubes negras que cubrían gran parte del cielo de Madrid.

No fuí sola, Bimba me acompañaba. Nunca habíamos paseado juntas por allí.

No recordaba lo bonito que era, ni los rincones tan especiales que tiene. Y sin duda, los colores del Otoño, que ya se dejan ver en muchos de sus árboles, lo hacen aún más especial. Un suelo lleno de hojas de colores marrones y cobrizos... Resulta mágico.

Situado en pleno centro de Madrid, El Parque de El Retiro, es uno de los principales sitios de ocio, deporte y naturaleza de la ciudad, con sus 118 hectáreas de extensión y más de veinte mil árboles.

Se inauguró en el año 1631, gracias al Duque de Olivare. Y pasó de ser un lugar de recreo para los soberanos de la época del Rey Felipe IV, a un espectacular Palacio Real rodeado de jardines y estanques. Durante más de un siglo, el Parque se mantuvo como uno de los caprichos de las monarquías europeas. Período durante el cual, el Rey Carlos III abré el Parque, por primera vez, a los madrileños, con la condición de que acudan "bien vestidos y aseados y solo en verano y otoño".

Con la guerra de la Independencia, el Retiro cambió para siempre, pues los franceses se hicieron fuertes en él. Pero tras la revolución de 1868, pasa a ser propiedad municipal y queda de manera definitiva, a disposición de los ciudadanos de Madrid.

El Palacio de Cristal, el Estanque central, la Casita del pescador o la Casa de Vacas son algunos de los monumentos que puedes encontrar en tu paseo por el Retiro. También puedes encontrar allí, el árbol más viejo de la ciudad, procedente de México y plantado en el año 1633, que sobrevivió a la guerra de la Independencia y continua allí casi cuatro siglos más tarde.


Músicos llegados de cualquier rincón del Mundo, videntes, las maravillosas casetas de la Feria del Libro que inundan el Retiro en plena Primavera o gente haciendo deporte a diario, son algunas de las cosas que puedes encontrar. 

Y si después de este paseo, aún tienes tiempo para el arte, a escasos minutos tienes el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Thyssen - Bornemisza. Sin olvidarnos tampoco del Jardín Botánico. 

Sin duda, un buen plan de sábado, hasta que la lluvia nos obligó a salir, literalmente corriendo.










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